Tips para mantener tu ropa de cama impecable

1. Lava tu ropa de cama con la frecuencia adecuada

La acumulación de polvo, ácaros y residuos de sudor puede afectar la higiene de tu cama. Se recomienda:

• Lavar las sábanas y fundas de almohada cada 1 o 2 semanas.

• Lavar los edredones cada 2 meses, o con mayor frecuencia si tienes alergias.

• Airear las mantas y cobijas semanalmente para eliminar olores y humedad.

2. Usa detergentes suaves y agua tibia

Para evitar el desgaste prematuro de los tejidos, opta por detergentes suaves y programas de lavado con agua tibia. Evita productos con blanqueadores agresivos que puedan desvanecer los colores.

3. Sécala correctamente

El secado es fundamental para mantener la calidad de la ropa de cama:

• Siempre revisa las etiquetas para conocer las instrucciones de secado.

• Prefiere secar al aire libre para conservar la suavidad y evitar la rigidez.

• Si usas secadora, selecciona un ciclo de baja temperatura y agrega pelotas de secado para esponjar las fibras.

4. Plancha y guarda adecuadamente

Si te gusta la sensación de sábanas suaves y sin arrugas, plancha a baja temperatura. Para guardarlas, dobla bien y almacena en un lugar seco y ventilado para evitar la humedad y los malos olores.

5. Rota tus juegos de sábanas

Tener al menos tres juegos de sábanas te permitirá alternarlos y reducir el desgaste, manteniendo siempre un juego limpio y listo para usar.

6. Usa protectores de colchón y almohadas

Estos accesorios ayudan a prolongar la vida útil de tu ropa de cama al evitar la acumulación de polvo y líquidos. Lava los protectores una vez al mes para garantizar una máxima higiene.

Siguiendo estos consejos, tu ropa de cama se mantendrá impecable y ofrecerá un descanso más placentero. ¡Cuida tus textiles y disfruta de una cama siempre fresca y acogedora!